Virginia Franganillo. Coordinadora del Observatorio de Género y Pobreza en Argentina.
Ficha Técnica del Informe |
La Argentina ha logrado grandes avances para disminuir la pobreza y las desigualdades, ya que a la promoción del empleo se sumaron medidas de equiparación de derechos en el campo de la seguridad social, sin embargo como en el resto de la región el fuerte crecimiento económico no ha sido suficiente para combatir una pobreza estructural que requiere de políticas públicas de nueva generación en la misma orientación que fueron la ampliación de los derechos jubilatorios y la Asignación Universal por Hijo.
De lo que falta por lograr hay políticas centrales que tiene que ver con la cuestión de género. Hay suficientes evidencias de que la educación temprana para los niños y niñas y la incorporación de las mujeres pobres al mercado de trabajo –ambas en correlación- producirían una disminución de la pobreza, de las desigualdades sociales y de género.
Desde el Observatorio de Género y Pobreza en Argentina junto con la Universidad Nacional de San Martín convocamos a múltiples actores sociales para promover la incidencia en estos temas y colaborar a que sean parte de la agenda social y política.
La educación temprana se constituye como una deuda interna de la política y de la sociedad que requiere convertirse en una prioridad nacional y que tiene como avance su inclusión en la Ley Nacional de Educación (Ley 26.206)
La encuesta que presentamos muestra una radiografía de quienes cuidan a nuestros niños y niñas, las enormes desigualdades que imperan y la carencia de servicios educativos públicos y de calidad cuya demanda significa por su magnitud una auténtica demanda política dentro de amplios sectores sociales.